1 cuota de $10.510,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $10.510,00 |
3 cuotas de $3.503,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $10.510,00 |
6 cuotas de $1.751,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $10.510,00 |
2 cuotas de $5.255,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $10.510,00 |
9 cuotas de $1.784,60 | Total $16.061,38 | |
12 cuotas de $1.500,04 | Total $18.000,48 | |
24 cuotas de $1.119,36 | Total $26.864,61 |
9 cuotas de $1.858,75 | Total $16.728,77 | |
12 cuotas de $1.522,29 | Total $18.267,43 |
18 cuotas de $1.234,57 | Total $22.222,34 |
3 cuotas de $3.503,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $10.510,00 |
6 cuotas de $1.751,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $10.510,00 |
3 cuotas de $3.503,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $10.510,00 |
Del buen funcionamiento de las raíces depende en gran medida la sanidad y crecimiento de la planta. La raíz verdadera está revestida por un tejido esponjoso llamado velamen que facilita la absorción de agua y alimentos. El velamen es extremadamente sensible y se deteriora rápido por exceso de agua y agentes agresivos. Los elementos de sostén (carbón, turba, corteza, etc) permiten la ventilación y el drenaje de las raíces, pero no aportan ni retienen nutrientes, ni bacterias transformadoras de minerales en alimentos.
Como consecuencia la fertilización deberá realizarse con mayor frecuencia y en dosis más reducidas que en las plantas terrestres.